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    lunes, 20 de enero de 2014

    El futuro de la Revolución Ciudadana

    Finalmente, en este blog aparece un comentario serio en forma de pregunta. En mi artículo anterior, clasificado en sociedad, titulado "Gamonal, ¿qué lo hizo posible?" Anónimo dice:

    Al final del artículo dice que todo lo que vaya a ocurrir depende de lo que la ciudadanía haga.
    En tu opinión ¿qué crees que va a ocurrir?

    Así que es justo que responda.

    El cúmulo de posibilidades es inmenso y, por tanto, puede ocurrir cualquier cosa. Juguemos con los dos extremos de esta duda:

    1) La ciudadanía es cada vez más consciente de su poder. Se enfrentará, posiblemente, a una fuerte represión ya por la vía activa (palos) y/o por la pasiva (lavado de cerebro mediático). Eso si, se están abriendo brechas. Ya lo dije: está Internet y otros medios de información independientes.

    Aparentemente, el escenario sugiere que por aquí deberían ir las cosas. Un cambio progresivo y profundo de la sociedad, apoyado en las nuevas tecnologías que, por ejemplo, ya permitirían que la ciudadanía pueda votar especialmente aquellas opciones que más intensamente afectarán a su vida.

    El poder de la ciudadanía es tremendo. No sólo a través de la frontal oposición a las decisiones unilaterales del equipo de gobierno sino también mediante la reivindicación persistente, las decisiones de compra y consumo, la organización comunitaria, el cooperativismo... y tantas opciones más que la necesidad hará evolucionar.

    La cuestión es abandonar el sueño hipnótico mediante el cual una minoría poderosa somete a la mayoría silenciosa y resignada. La gente tiene poder y este es el miedo mayor de la minoría que controla los recursos: que la gente llegue a ser consciente de ese poder.

    2) Los poderes fácticos que poseen los recursos y la riqueza (ficticia, por otra parte en tanto que basada en el dinero) pueden también crear un nuevo escenario capaz de adormecer a las masas. Es obvio que el juego del poder se basa en la producción y el consumo. De la misma forma que ese poder necesita controlar los medios de producción también, de igual forma, necesita que lo producido sea consumido. Es un delicado equilibrio. Mucho más endeble de lo que parece a primera vista. Se puede someter a una gran parte de la población para que sea productora sumisa. Pero se necesita un remanente de población con capacidad para consumir.

    Tras una época en la que los derechos sociales son pisoteados se puede crear una apariencia de falsa prosperidad aflojando un poco la cuerda. Y la historia nos demuestra que una y otra vez la mayoría cae en el abrazo de la fascinación.

    El asunto es si el cuento de "prosperidad infinita" y los "recursos inacabables" es nuevamente creible. Puede ser y, entonces, "aquí no ha pasado nada". Volveremos a ser engañados con cuentas de cristal.

    Entre estos dos escenarios hay un margen para la comprensión respecto a la situación real de los seres humanos sobre la tierra.

    Permítaseme reducirlo a la mínima expresión: para ser felices se necesitan pocas cosas. Entre ellas, comida, refugio y una razonable sensación de seguridad. Todo ello está al alcance de cualquiera fuera del círculo del consumismo salvaje.

    Cabe la posibilidad de que la gente se de cuenta de que la tierra es grande, de que producir o cosechar los alimentos que necesitamos no requiere un esfuerzo ingente, que las casas no tienen ese valor desmesurado que se nos ha hecho creer (por ponernos algo más radicales, uno se puede hacer su propia casa con barro y paja, y no es una metáfora ni una broma), que la vida en sociedad puede organizarse de una manera más simple y efectiva y que podemos repartir los recursos de una forma más equitativa.

    Se puede vivir con menos y ser inmensamente más feliz. Suena a consigna New Age, lo sé. Pero es absolutamente cierto.

    Entre estos dos escenarios, la historia puede desarrollarse con mil matices. Pero, al fin y al cabo, esta incertidumbre es lo que hace que la vida tenga un plus de emoción.

    Mientras tanto, cada cual debe luchar por aquella sociedad que quiere para sí y para sus descendientes.



    1 comentario:

    1. Brillante articulo. Ha raiz de lo expuesto, por desgracia, lo mas probable parece ser la segunda opcion. Pero me gustaria hacerte una peticion.
      Dado que muchos, entre los que me incluyo, carecemos de cultura en cuanto ha activismo se refiere. ¿Podrias exponer cuales son a tu juicio las organizaciones que estan luchando a dia de hoy activamente por la primera opcion? Tanto opciones politicas como opciones de activismo social.
      Te lo agredeceria enormemente, ha menudo no sabemos como encauzar nuestras ideas.
      Saludos

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